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Mostrando entradas de marzo, 2024

Los primeros indicadores: La negación

 Ya hemos salido de la clínica y estamos aprendiendo lo que es ser padres. Las noches se hacen largas, el cansancio se acumula, pero todo lo compensa la felicidad de verle crecer sano y fuerte. Tal vez seas uno de esos padres con suerte, de esos que siempre dicen que su niño no llora, duerme 8 horas y que se porta genial por las noches. Tal vez seas de esos, a ti, querido amigo, solo te puedo decir que no juegues a la lotería, que tu suerte ya está agotada, y que no tengas un segundo. El Karma es muy puñetero, y tienes todos los números de que te persiga y te alcance, pero a base de bien. Lo siento, la envidia malsana me ha desviado de lo que os contaba. Empiezan las revisiones pediátricas, las vacunas, tal vez ya comience a ir la guardería. Estamos en su primer año de vida y no hemos notado nada, todo es normal, nuestro hijo nos vuelve loco lo mismo que el del vecino. Aunque pronto empezarán a haber las primeras diferencias, y comenzará la etapa de negación. Por lo general, los pr

El origen de todo y la culpa

No, no vienen de París, ni los trae la cigüeña, ni nacen debajo de una col. Sería mucho más fácil, porque entonces la culpa sería de los franceses; que siempre tienen la culpa de todo; de la cigüeña o de los pesticidas que reciben las coles. Pero no, los niños vienen de nosotros, de un hombre que pone millones de semillitas en una mujer, que en ese momento dispone de un óvulo fértil que obrará el milagro. Cada semillita compite en una yincana enloquecida por encontrarlo, y, por azar, por destino o pura chiripa uno de ellos llega a su destino. El destino es solo un nuevo comienzo, donde la coctelera de la genética se pone en marcha, y tras 9 meses de larga espera, aparece un bebé, agitado, no removido. Las carreras en el paritorio se desatan, y tú no entiendes nada, tú quieres que te lo den de una vez porqué está llorando, y ya nuestra razón lucha contra nuestros instintos más oscuros de saltar encima de los médicos y destriparlos por hacer daño a nuestro bebé. Tras unos minutos, que se